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Mi pueblo no tiene conocimiento,
por eso ha sido destruido.
Y a ti, sacerdote, que rechazaste el conocimiento,
yo te rechazo de mi sacerdocio.
Puesto que tú olvidas las enseñanzas de tu Dios,
yo me olvidaré de tus descendientes.

»Cuantos más eran los sacerdotes, más pecaban contra mí;
por lo tanto, cambiaré su honra en afrenta.
Viven del pecado de mi pueblo;
por eso anhelan que mi gente peque.

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